No estoy en ánimo de polemizar con mi gente de Acroarte. Sin embargo, hay algo que me llama la atención. Tiene que ver con las invitaciones que la entidad hace a sus miembros. Pareciera como si hay dos listas. Es decir, el criterio con el cual Acroarte selecciona sus invitados para sus actividades. Por ejemplo: si Acroarte tiene que ver con alguna actividad que se vaya a efectuar en Punta Cana o en Bávaro se utiliza una lista de miembros que parecen ser especiales en Acroarte y que son los únicos que pueden asistir a ésas actividades. Es como si en ésas actividades que son exclusivas ahí sólo puede asistir la élite, los miembros que están más “pegados” en los “medios” de comunicación pero si la actividad que organiza Acroarte es para pasarse un día en una Laguna o en Monte Plata o es un taller en la Sala de la Cultura, la entidad entonces utiliza otra lista. Ahí en estas últimas actividades cabe entonces otro grupo de cronistas; es decir, la “base”. O sea, ahí sí caben los cronistas pobres, los que no tienen dinero, los que no están “pegados” en los “medios”. Y no debe ser así. Todos los miembros deben tener las mismas oportunidades. Por ejemplo: si viene un artista internacional de mucha fama, de mucho prestigio, sólo se invita la élite. Antes Acroarte era más democrática y cualquier miembro activo tenía derecho a estar presente en todas las actividades por más importantes que fueran. No importara que fuera con José Tejeda o con el Chino Estrella. Con Shakira o Julio Iglesias. Sigo creyendo que el “elitismo” y el “grupismo” que denunciara una vez mi buena amiga Cristina Liriano siguen presente y ha contribuido a atomizar esta entidad que ha perdido miembros valiosísimos. Y con otro grupo que sigue “apático” y renuente a responderle fielmente a la entidad. Acroarte debe volver a hacer sentir importante al más humilde los cronistas miembros como lo logró Joseph Cáceres en una de sus gestiones.
(Por Jorge Jiménez / www.laverdaddelahistoria.com)