Es bueno hacerle saber a los "lava carros" y "pela tuzas", que han escogido este medio como "modus vivendis", que no somos "loquito viejo" en este oficio. Desde el 1989 estamos en este oficio de analizar "el fenómeno de la llamada música de amargue". Estamos desde, que La Brava FM -primera emisora en Frecuencia Modulada- en colocar bachata en su programación, propiedad entonces, del radiodifusor, Otilio Castro Luperón. Las bacterias del medio, que llegaron en estos días, hoy se creen los "genios", los que tienen derecho a todo.
Siempre he sido dueño de la teoría: "en el medio hay muchos comentaristas de bachata, pero pocos analistas". Hay cronistas que "vuelan como Omega, por arriba de la historia real de los principales protagonistas del ritmo". Quien suscribe, desde los tiempos, que la Avenida Duarte era el principal centro de acción del amargue, frecuentaba esos entornos y vi "a muchos subir y bajar". Me especialicé en este ambiente, pero de la noche a la mañana, se llenó de personeros que "se califican de los mas informados" y no saben dónde vivía Aridia Ventura, pionera en el amargue. Tienen poca historia de los orígenes del amargue, porque solo se limitan a "comentar por paga" y "por dádivas" menudas. Para hablar de bachata, no sólo hay que estar "sentado en un medio de comunicación", es dedicarle tiempo a la investigación y al acontecer del género, desde el país de origen, hasta nuestros días.