Como cambian los tiempos...Los muchachos de la crónica de arte de ahora se vanaglorian de que para el Festival Brugal del Merengue los llevaron a Bávaro desde la capital en avión, y no en los usuales autobuses.
Lo destacan con fotos de ellos retratados delante del avioncito como si fuera la gran cosa...como echando vainas.
Bueno, para algunos quizás eso será algo grande, viajar en avión a Bávaro desde la capital.
Pero de por Dios!. Pena debe dar que eso se tenga como una gran hazaña o conquista.
Uno entiende que los tiempos han cambiado, pero sería interesante recordar que en los ochenta, sólo a Nueva York, los cronistas de arte de la época, tenían que viajar hasta nueve veces al año, sin contar los viajes a Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Aruba y los de Europa, muchas veces en primera clase, con todas las de la Ley.
De eso pueden hablar Zoila Puello, Fanny Santana, Emely Tueni, Miguel Angel Herrera, Carlos Batista, Domingo Bautista y todos los demás que no quitaban las nalgas del asiento de un avión.
En una ocasión participábamos en Puerto Rico en una cena de gran gala, coordinada por Chino Estrella, donde habían muchas personalidades y gente importante, entre ellos un ex gobernador.
Zoila Puello tenía al día siguiente que viajar de regreso a Santo Domingo, para tomar un vuelo hacia Nueva York por compromisos profesionales y personales ineludibles.
Para poder hacer eso tenía que marcharse de la cena donde estábamos, de modo que le diera tiempo de tomar el avión que la traería de Puerto Rico a Santo Domingo y así coger rumbo a Nueva York.
Los anfitriones de la actividad se opusieron a que se marchara. Gente millonaria, que tenían hasta aviones, le pidieron a Zoila que se quedara en la fiesta, con el compromiso de que ellos se iban a ocupar de transportarla de regreso en su jet privado hacia Santo Domingo.
Zoila estuvo de acuerdo y continuamos el jangueo de la noche.
Al día siguiente, como toda una princesa de Mónaco, la pasaron a recoger por el hotel, la montaron en un jet privado dispuesto exclusivamente para ella, y la trajeron de regreso al país.
De qué avioncito para Bávaro estás hablando tú Willy?
Je, je, je...No te has dado cuenta de que te has montado en el tren de ida, cuando hay un grupo que ya ha regresado?.
Con vainitas no, Willy...Son muy buenas, pero en ensalada...
Pero como dice el viejo refrán, “cuando el hambre da calor, la batata es un refresco”.(www.josephcaceres.net)