Hay fotos que lo dicen todo. No insinúan, hablan. No sugieren, muestran. No evocan, concluyen. Es el caso de la histórica fotografía (no exagero) que se colgó en el Twitter de Rajoy a las 21:03h del lunes, justo antes de empezar el debate “cara a cara” con Rubalcaba. Rajoy ha utilizado con frecuencia la fotografía en su Twitter desde que lo empezó el 16 de septiembre, colgando la primera imagen en su cuarto tuit, la de Santiago Segura en el avión que lo traía de vuelta a Madrid desde Barcelona. Se agradece que esta vez, también, la fotografía haya mostrado cómo se preparaba para el combate dialéctico con su oponente. Es una instantánea que denota una gran transparencia. Espero que no se haya arrepentido.
La imagen es extraordinaria por la abundante información que aporta. Y porque revela algo muy elocuente: el estilo de trabajo del que, posiblemente, será el futuro Presidente del Gobierno. Analizarla, con detalle, y hacerse algunas preguntas relevantes, nos permite identificar métodos, estilos, actitudes y competencias de Rajoy. Aquí radica, a mi juicio, su importante valor documental.
1. En su casa. El equipo no ha informado sobre el lugar donde se ha tomado concretamente la fotografía, pero todo da a entender que es su domicilio, ya que los medios de comunicación dijeron que era en su casa donde prepararía el debate o -al menos- ultimaría los detalles, en un entorno familiar.
2. La mesa. Es la del comedor, no su despacho, si es que lo tiene. Lo cual me sorprende. Los detalles de dos candelabros (¿de plata?), con una vela ya consumida, y el centro de flores secas son propios de un centro de mesa del que ha desaparecido un previsible tapete. La que parece una argolla de servilleta confirma el uso de mesa para comer, así como las sillas y su disposición, muy propias de una estancia comedor. Al fondo, y tras la figura de Rajoy, se adivina un botellero de bebidas alcohólicas muy frecuente en muchos domicilios de este país.
3. La decoración. Las cortinas y el papel pintado que se ven en la pared denotan un estilo clásico, muy tradicional. No hay diseño. El conjunto demuestra una predilección por lo convencional y refleja, también, los gustos conservadores de la familia.
4. Los papeles. Rajoy no escribe (lo que podrían ser sus notas para el debate). Rajoy lee, y mucho, lo que le han preparado. Y toma notas en pequeños post’it y utiliza marcadores de colores para facilitar la localización de datos y referencias. Hay algo de desorden en los papeles sobre la mesa, quizás se intuye un posado precipitado. Pero en cualquier caso, la escena demuestra que Rajoy ha estudiado mucha documentación. Los archivadores que se ven claramente son voluminosos y convencionales, de alguien que estudia como un opositor. Todo desprende una imagen de gran determinación colectiva, pero también de poca creatividad personal.
5. Documentos. Hay otros papeles sugerentes que reflejan las dinámicas de trabajo. Se adivina un recorte de prensa (Rajoy consultó diversos recortes en el debate), un correo electrónico, un documento con membrete del PP -propio de las ruedas de prensa- y otros materiales.
6. Tecnología. Sorprende, y mucho, que no veamos ninguna herramienta digital ni tecnológica: ni móvil, ni iPad, ni portátil... Solo un cargador de teléfono sobre la mesa refleja el uso de un smartphone. Aunque, tras una pila de papeles, se advierte una presentación en A4 horizontal muy habitual en los documentos y argumentarios que preparan los partidos y sus equipos en formato powerpoint.
7. Alimentos. Hay un plato de jamón (¿cortado a mano?). No sabemos si es el resto de un tentempié del candidato o un plato puesto, sobrevenido, a la mesa para aparentar trabajo casi sin descanso ni resuello. En todo caso, casi ni lo probó. Se observa un vaso (del popular tipo Duralex) con una cucharilla en su interior. Quizás tomó un vaso de café con leche con azúcar, aunque la transparencia del vaso hace pensar en una infusión o quizás un medicamento efervescente.
8. Detalles. Un reloj de pulsera sobre la mesa, marca un punto de tensión y de preparación ante una cita. Un encendedor muy normal delata la pasión por el tabaco, y en particular, por los puros habanos de Rajoy. No se ve cenicero alguno, pero se intuye que no anda lejos.
9. Austeridad. Toda la foto muestra un entorno de austeridad. La sala no es espaciosa y las ventanas, de madera, sin cerramientos especiales, demuestran la ausencia de grandes comodidades. Clásico, austero,… previsible.
10. Año 2011. En cualquier caso, no hay nada en la fotografía que represente contemporaneidad. Es una foto de 2011 que podría haber sido tomada en… 2001, por ejemplo. No sé si Rajoy trabajará en La Moncloa -si es elegido Presidente- tal como se preparó el debate. Pero el look global habla demasiado sobre de dónde viene… y cómo. La foto no refleja el futuro, aunque al futuro presidente sí lo decidirán los electores el próximo día 20.
Por: Antoni Gutiérrez-Rubí | 09 nov 2011 . El País.