La carrera del joven bachatero, Luís Miguel del Amargue, arrancó de manera rápida, hacer par de años atrás. Se recuerda que en el 2005, con su corte "El rinconcito", sonó bien, pero en esa ocasión la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), entonces en la gestión del periodista Fausto Polanco.
Con su corte "Se acabó lo bonito", logró adjudicarse el primer premio Casandra, en la historia de su existencia como exponente de la bachata.
Realizó una serie de conciertos, en su primera etapa, denominados "Cara a cara", que lo vendió muy bien. Anunciaron, en rueda de prensa, ese mismo recorrido, pero "se quedaron en el intento", fue algo muy apresurado y -que al parecer- no tenía un esquema bien pensado. El joven bachatero azuano, desde el 2009, su público le abrió un hueco, para que se insertara definitivamente en el mercado criollo, ya que en España, una época fue figura de grandes magnitudes. Se supo que estará de gira por Estados Unidos, unos dos meses, lo que a juicio de conocedores de este negocio, le perjudicará, en vista a lo complejo del negocio en esa urbe y la crisis económica mundial. A nivel local, no tiene la misma presencia en los medios y a nivel de calle, "no suena" como antes. La carrera de este importante bachatero dominicano, tiene que reorientarse cuanto antes.