Cuando Michael Miguel no está en los espacios que produce Alberto Bernabé (Bebeto), hace falta. En el día de hoy, no le vimos en su habitual asiento, al lado del periodista Salvador Holguín, quien no se identifica con la corriente de Hipólito Mejía, pero todos los días abre fuego a Miguel Vargas. Miguel, con sus amplios conocimientos, pone un toque. Y en "El Número uno", es que su ausencia duele, pues la neófita joven, de nombre Paola, todavía le falta coger muchas pelas, independientemente, que ella "tiene que poner de su parte" y no ser una presentadora "farándula", de esas "que se dan todas las fiestas", en vez, de aprovechar el tiempo preparándose para el mañana. En ella confiamos, cien por ciento, ha mejorado bastante, es cierto. Su colega debe imitar su notable preocupación por mañana convertirse en una presentadora de logros, claro, las aspiraciones son abismales.