El argumento principal es que la premiación viene alejándose en las dos últimas entregas de las normas que “han regido la premiación en cuanto a su contenido y razón de ser”. Entre los aspectos que objeta la familia Damirón figuran “la ausencia de la pluralidad de géneros musicales que caracterizaba al espectáculo, la entrega alegre de premios a artistas internacionales de corta trayectoria y a veces señalados en casos de conducta moral cuestionada que le restan valor” al Casandra.
También refiere la familia, con particular acento, es que la presencia de Casandra Damirón en la gala artística realizada en el Teatro Nacional Eduardo Brito ha ido desapareciendo.
Tomado: www.merengala.net