Lo que se dice, del dembocero Pablo Piddy y la posible suspensión de sus temas en los Medios Telemicro, es una pena. Este muchacho cuanto antes, necesita manejo, es decir, hacerse de un manager que conozca el asunto y no de "amigo de antaño", que ni "pío sabe de esto". Ese ha sido el error del cantante. En el pasado "Quepe Tour", se dice que llegó en una destartalada guagua y lo hizo tarde, lo que obligó a la producción romper el libreto que estaba hecho. Es una pena, que la fama la eche por el piso, por un manejo de patio o callejón "parte atrá". Si le sacan los discos de las emisoras del magnate de los medios Juan Ramón Gómez Díaz, puede decir que le restará en proyección. Contrata un manger muchacho.