Brugal pasó a otras manos, y de hecho, los cambios no se hicieron esperar. Una muestra fue el pasado mes de diciembre, que no realizaron el ya tradicional "Roncierto Brugal", en El Malecón de Santo Domingo, bajo el supuesto, que se dio vacaciones colectivas, porque "el personal de esa empresa, desde hacía años, no descansaba el 31 de diciembre". Se supo, que los modernos equipos de sonido, que tenía esa empresa, para las tradicionales Fiestas Patronales, fueron vendidos. Es decir, que la empresa introdujo cambios en el departamento de promoción, como forma de reducir gastos. Para el ambiente artístico fue un duro golpe los cambios introducidos, pues se dejarían de apoyar muchos eventos "con el patrocinio de Brugal", que desde años inmemoriales, "apoyaban a montas bailes y puertas", a nivel nacional.
Circula en el medio, que los nuevos dueños de esa marca licorera, ya hacen amarres para emprender los eventos y para tales propósitos se rodean de una parte del personal, que mucho resultado le dio en esas áreas.