Prince Royce, suena en las calles de Santo Domingo, es decir, en las discotecas, centros nocturnos, barras, car wash, pero no tiene "doliente". El público se lo goza, pero "la pista", no se llena, lo que a -mi juicio- deja claro que su bachata urbana "el público la oye".
Al sonar Royce y luego Teodoro Reyes, se comprobó que la bachata de despecho, seguirá reinando por muchos años, por lo menos, en RD.
"Prince Royce, suena, pero por aquí no ha venido nadie a dar la cara por el", dijo un DJ de un centro de diversión de la avenida Nicolás de Ovando, en Santo Domingo.