El dictador Rafael Leonidas Trujillo, durante su mandato, "se lambio a muchos" y dejó a muchos vivos también, que debieran estar "40 metros bajo tierra". Hace falta un Trujillo en término de agresividad en hacer cumplir las Leyes, pero no con el ánimo de asesinar, por nada, como le gustaba "Al Satrapa", como le decían. Los Trujillos, nadie los quiere en RD, pero hay muchos, que fueron sus asistentes, que todavía viven en RD como si nada. Entonces, a quién le creo. Muchos viven de los libros que escriben de éste, y algunos, hasta fantasean con las historias.