La payola es un fenómeno, que no tendrá fin por todos estos años, al menos, por este lado del mundo. La crisis que tiene vive esta nación, siempre será caldo de cultivo, para que la payola (cobrar por sonar un disco en emisoras) viva. Con sueldos míseros, los locutores dominicanos, deben soportar 8 horas de trabajo, animando, hablando, pero gracias al incentivo de algunos manager, artistas, empresas discográficas, pueden suplir necesidades con el "sueldito" no pueden.
Incluso, hay locutores que en sus horarios, "perciben hasta 10 mil pesos" extras, por concepto de payola, muchas veces, mas que el mismo salario. Por eso, ya la tienen como entrada fija, y por consiguiente, no pueden fallar los "que pagan", porque entonces, ellos se atrazan. Pero la "payola", ya no se circunscribe, a lo radial, sino que se ha extendido a otras áreas, entre estas "portales en Internet", "pauta de videos", "relaciones públicas", "pasajes áereos", entre otras modalidades. La payola es un mal "necesario", al menos, para muchos locutores "mal pagos". Hay muchos artistas dominicanos, que suenan, porque hace "años", que ninguno arranca "pegado". El último en lograr esa hazaña fue Héctor Acosta, con su corte "El Anillo", de ahí nadie ha logrado "pegarse", todos suenan. Para hablar de pegados: Joe Veras (El molde), Yoskar Sarante (La noche), Frank Reyes (Vine a decirte a dios), Elvis Martínez (Maestra) y Aventura (Obsesión) si se pegaron, pero desde hace 6 años "para acá", nadie ha logrado eso, que nadie me venga con "esa vaina rancia".
