El presidente Leonel Fernández, se quilló. Se molestó. Se "encojonó", porque los dueños de bombas de gasolina, querían llevar a la reunión su posición. Ellos, que dijeron que el asunto del Gas Natural, era rentable, ahora dicen que no. Entonces, el Presidente, se paró y le conminó a entregar las licencias "que otorgó el gobierno", si no es rentable. !Bien! por primera vez, hace años, que no actuaba así. Esperemos que haga lo mismo, con sus funcionarios corruptos.