En días pasados, analizabamos el escándalo que pasó en Santiago, con el destape de los millones que ronda en los grupos de música típica. Citabamos casos de grupos que le ofertaron "hasta millones a guireros y tamboreros", lo que dejaba claro, el "juego con los millones en esos proyectos". Incluso, hacíamos un llamado a los organismos de seguridad del Estado, para que abrieran una investigación en ese sentido, pero nadie hizo caso. Saco a colación esto, porque todavía el derroche de millones sigue viento en popa, no sólo en proyectos típicos, sino también de mambo. El gobierno, a través de sus organismos recaudadores de dinero, debe dar seguimiento a ese derroche y al origen de esas fortunas.