La mediocridad debe tener un limite. Cómo es posible que personajes de la farándula dominicana, se den a la tarea de complacer a "viejos amigos", con escritos en sus medios, con la marcada intensión de dañar reputaciones y hacer daño.
Lo peor, no saben tapar las apariencias sobre ese particular. Lanzan veneno por su boca, por un simple cuestionamiento. Estamos frente a un ejercicio periodístico "de baja calaña".
Ya el periodismo de espectáculos dominicano, se ha jodido, con la inclusión de un sinnúmero de medios (blog), que gracias a Google, pululan en la blosfera dominicana.
Muchos editados por enganchados a periodistas y algunos "que se creen" cronistas de espectáculos porque son amigos de un "verdadero periodista". Pero, el arremeter de manera agresiva en contra de una persona "en sus medios", cae en un plano "muy cuestionado".