Cuando el amigo Eduardo Rodríguez, me envío la nota, que daba cuenta de su manejo a la joven Martha Heredia, yo analicé en mis adentro, esa posición.
Eduardo es un conocedor del negocio, pero mas aún del merengue, ya que duró muchos años con Fernando Villalona, cuando todavía el negocio "no estaba tan contaminado como hoy".
Pero, ese matrimonio, duró lo mismo que una "cucaracha en un gallinero". Se atribuye el rompimiento a lo malcriada que es la joven y su negligencia a la hora de cumplir compromisos, es lo que dice el comunicado, que se mandó a los medios.
A Martha, que ha tenido una carrera llena de "impasses", le recomendamos dedicarse a otra cosa. Dice el sociólogo Cholo Brenes, que un artista indisciplinado, no va para "parte".