No puedo quedarme callado. El colega Robert Sánchez, en su participación en el espacio "Noti-Espectáculo", lanzó duras criticas en contra del intérprete del ritmo amargue, Frank Reyes, con quien laboro desde hace varios años. Sánchez, quien como dice el locutor Sandy Sandy, al parece, mantiene una campaña agresiva, y calculada, se extralimita en sus exposiciones. Por qué criticar un gesto, de donar abanicos a un area en el Hospital Luís Eduardo Aybar (Morgan), que desde hacía un tiempo no tenía abanicos, y quienes tienen la responsabilidad de hacerlo, nunca se preocuparon. El popular bachatero, se dignó en hacerlo, y ya el colega "le entró". Igual con la joven, que desde hacía años en Higuey, necesitaba una silla, por su condición, y se le regaló. Por qué el cronista, antes de hablar, no investiga mejor, si sabe quienes "están alrededor del cantante". El prefiere sentarse en los programas donde "hace periodismo" y enlodar reputaciones y con su estilo "pintorezco", manchar trayectorias bien ganadas. No puedo quedarme callado, porque es ya un "guión" de Robert Sánchez, "atacar a Frank Reyes" de manera contundente. Si, usted colega, conoce a quienes estamos en este proyecto, por qué no "llama y pregunta", antes de abrir su boca "con ese veneno de serpiente de Egipto y Africa". Artistas como Héctor Acosta, Zacarías Ferreira, hacen igual gesto, a cada momento, y el colega no "abre fuego", pero al enterarse que Reyes lo hace, "se alimenta con maldad" y abre su boca "para acabar y buscar mil motivos". Soy periodista de profesión, no de moda. En mi estadía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), 1989, aprendí a valorar esta profesión, porque mis profesores, me lo enseñaron. La intelectual Emilia Pereyna, Adonaida ;Medina, Onofres Rojas, Danilo Cruz Pichardo, entre otros, fueron mis maestros en este oficio. No me enseñaron a ejercerlo de manera "turbia", pero, en mis amplias lectura "de la profesión", la manipulación, siempre la enfoco y en mis años, en el periódico La Noticia (1998), la aprendí, aunque no la ejerzo. El colega, antes de sentarse a "lanzar dardos", que haga contacto con el equipo del artista "que tiene en su mira para criticar " y así se evita "inconvenientes y respuestas".