Sin ser mezquino, el buen amigo, Dominguito Saint Hilare, publica una foto de un ciudadano que "se busca su moro vendiendo jugos en las calles", eso está bien, porque cada quien tiene derecho a "buscarse la vida, cómo Dios le permita". Pero, sería interesante, preguntarle al Minesterio de Salud Pública y al Ayuntamiento de Santo Domingo, si "lo anunciado el año pasado, se ejecuta al pie de la letra". En una vieja ocasión, el Secretario de esa dependencia estatal y Roberto Salcedo, Alcalde de Santo Domingo, reunieron a un grupo de periodistas, de distintos medios, para anunciar "la abatida contra los vendedores ambulantes de comida y jugos, que andan por las calles de RD, sin ningún tipo de control sanitario", pero eso fue "muela de gallo", como siempre. Inclusos, esos dos funcionarios, anunciaron una inversión en la preparación de un personal, que daría instrucciones a los vendedores informales. Eso fue una pérdida de tiempo, a los medios que acudieron ese día a la rueda de prensa, el año pasado. Que verguenza, para estos dos funcionarios del Estado dominicano.